ROCE DE OPINIONES
Periodismo sin condiciones
Escribe Juan Manuel Morales Parra
EL DOMINIO DE LA CORRUPCIÓN COLOMBIANA
La Organización Transparencia Internacional define con exactitud
el término corrupción: “abuso de poder público para obtener beneficio particular”.
La misma Organización considera que, existen otras formas de
corruptela, dos de ellas: el favoritismo y el nepotismo. Definidas como el
abuso de poder para favorecer a amigos y a familiares, o sea, en muchos casos:
negociaciones entre empresas del Estado colombiano y empresas privadas,
logrando con ello que, los bienes públicos se conviertan de manera ilegal en
enormes riquezas de particulares. Estos tipos de corrupción están relacionados
con el intercambio de favores políticos; flagelo que perdura en Colombia.
Es factible que, en muchos sectores de nuestra sociedad, haya claridad sobre
actuaciones corruptas, pero, en otros puede haber desconocimiento de esta
desgracia que conlleva a la ambigüedad de la corrupción permitida; es decir, mezclando
intercambio de favores con corrupción. Por esa razón, gran parte de la
población colombiana considera que, el pago de favores políticos no son actos
de corrupción, y en el peor de los casos, miran de soslayo o se hacen los
despistados para favorecer los intereses de dirigentes políticos a cambio de
recompensas laborales o económicas.
Una de las causas para que Colombia ocupe los deshonrosos primeros lugares en
corrupción a nivel mundial es que, el servidor público ha perdido su función
genuina: prestar un verdadero servicio a la comunidad, con honestidad,
transparencia e idoneidad. De igual manera, se presentan casos de corruptela
en empresas particulares cuando comercializan con el Estado y afectan
directamente a la población.
Infortunadamente, un porcentaje elevado de colombianos desconocen los tratados
jurídicos relacionados con corrupción administrativa gubernamental, y es por
ello que, la misma ciudadanía puede ver estas escenas de podredumbre como
arraigo cultural permisivo, fomentado actuaciones corruptas, sin sanciones
disciplinarias, fiscales y penales. Los mismos profesionales del derecho pueden
tener percepciones diferentes sobre la corrupción en nuestro País, y estas
divergencias dificultan la batalla contra esa horrorosa plaga. Sin embargo, el
artículo 250 adicionado a la Ley 1474 de 2011 artículo 16 del código penal
colombiano define la corrupción privada en los siguientes términos: “El que
directamente o por interpuesta persona prometa, ofrezca o conceda a directivos,
administradores, empleados o asesores de una sociedad, asociación o fundación
una dádiva.”
En Colombia, el pago por recibir un servicio o por agilizar trámites recibe el
nombre de coima, mordida o soborno; pero esos nombres son sustituidos por el de
propina para anestesiar su significación negativa, pese a que se sobreentienda
que se trata del pago de un soborno. Dicho de otra manera, tanto las mordidas
grandes, como las pequeñas, son corrupción.
Aquí anoto este interrogante: ¿Quién es más corrupto, aquel que,
paga por corromper o aquel que, se deja sobornar?
Otro tipo de inmoralidad en las entidades oficiales es el nepotismo; es aquella
que representa el abuso de poder de los funcionarios para favorecer a sus
familiares; y cuando expresamente se favorece a los amigos y grupos o
personas cercanas sin tener en cuenta los méritos, se llama amiguismo, violando
así el derecho a la igualdad de oportunidades.
La gran corrupción o corrupción política compromete a altos funcionarios del
Gobierno Nacional, Departamental o Municipal y se ajusta generalmente a los
grandes contratos de suministro o de obra pública, que implica sobornos muy
robustos. Finalmente aparece la perversión burocrática, que condiciona la
estadía en un cargo, al activismo político a favor de un partido político o un candidato,
denominada corrupción burocrática porque embroca a los funcionarios de mediano
nivel de la administración pública, causando comportamientos áulicos frente al
que tiene el poder.
Lo notorio de esta situación es que, en nuestro país es borrosa la diferencia
entre bienes públicos y bienes privados y política y politiquería.
Se puede deducir que lo que tenemos es un problema gravísimo, que no se
resuelve con medidas administrativas o legales, sino con educación
y cultura política.
Si continúa en Colombia el intercambio de favores políticos y su relación con
la corrupción, muy trabajoso derrotar esta epidemia.
Si alguno de ustedes considera que, del exagerado número de candidatos que
aparecerán para las elecciones territoriales del año 2.023 (Gobernación de
Caldas, Alcaldía de Manizales u otros municipios, Asamblea, Concejos y Juntas
Administradoras Locales J.A.L.) existen personas llenas de principios y
valores, con excelsas calidades humanas, con sobresalientes conocimientos de la
función pública y comprometidas con el cambio estructural de la politiquería
tradicional, y cumple siquiera con uno de estos requisitos, apóyenlo y exíjanle
crear estrategias efectivas para eliminar ese monstruo llamado corrupción, que
tanto azote le ha dado a nuestro País.
SONAJAS POLÍTICAS
NUEVO PROYECTO POLÍTICO
En el cuaderno de posibles candidatos a la Asamblea del
Departamento de Caldas aparece el nombre de César Augusto Díaz Zapata, actual
concejal de Manizales matriculado en el Partido Liberal Colombiano.
Este nuevo proyecto político es impulsado por el líder del
municipio de Riosucio (Caldas) y ex – candidato al Concejo de Manizales Alexander
Alarcón Alzate y toda su tropa.
Es de apuntar que, César Augusto Díaz se ha destacado por ser una
persona disciplinada y leal al Partido Liberal, por lo tanto, se puede afirmar
que, el concejal César Díaz está esperando el guiño de sus jefes políticos para
tomar una determinación.
César Díaz pone en práctica aquel gozo que reza: “la prudencia que
hace verdaderos sabios”.
CHRISTIAN NO TIENE AFÁN
Con bastante mesura, el concejal del Partido Alianza Social Independiente
ASI Christian David Pérez Holguín no ha definido su candidatura a la Alcaldía
de Manizales.
Lo único cierto es que, el concejal Pérez Holguín se siente muy
cómodo en el Partido ASI, y apoyó en las pasadas elecciones las candidaturas
de: Gustavo Francisco Petro Urrego a la presidencia de la República, Guido
Echeverri Piedrahita al Senado y Juan Sebastián Gómez González a la Cámara de
Representantes. De igual manera, Christian Pérez reconoce como máximo dirigente
del Partido ASI en el Departamento de Caldas al senador Guido Echeverri
Piedrahita, quien fue avalado por dicha colectividad.
Uno de los argumentos que presenta el concejal Christian Pérez lo
dio a conocer en un medio de comunicación local, y enfatizó: “la dirigencia de
las organizaciones políticas se gana con votos, y Guido Echeverri obtuvo una
alta votación en Caldas, por esa razón lo reconozco como máximo dirigente”.
¿Qué estará pensado Orley Trujillo con las afirmaciones de
Christian Pérez? ¿se le estará acabando el reinado a Orley?
OTRA CANDIDATURA POR FIRMAS
Varios ediles, diferentes dignatarios de las Juntas de Acción
Comunal y Líderes deportivos de la Comuna Cerro de Oro están empujando con
fuerza la candidatura de Martín Emilio Ramírez Cardona a la Alcaldía de
Manizales.
La capacidad de gestión, la ejecución de programas sociales, el
apoyo al deporte comunitario y la consecución de los recursos han hecho que
Martín Ramírez “el polaco” goce de gran aceptación en distintos escenarios de
nuestra ciudad.
Muchos de los líderes que están propulsando la candidatura de
Martín Emilio Ramírez, le han sugerido que, la haga a través de firmas.
¿Aceptará la recomendación “el polaco”? o ¿admitirá que, alguno de
los partidos políticos lo avalen? Con toda certeza y sin temor a equívocos,
Naidú le ayudará a despejar estos interrogantes.
La columna Roce de Opiniones tiene un espacio reservado para las
empresas o personas que estén interesadas en publicitar sus productos o servicios.
Pueden comunicarse al número celular 3138072585.
En la próxima columna Roce de Opiniones… ¡Espérenla!
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